Fija un presupuesto y haz una lista de las cosas que necesitas o que has "fichado" en temporada.
Nunca compres prendas que no sean de tu talla ni de tu estilo, por muy baratas que te parezcan.
Piensa que el coste de una prenda o complemento es el precio que pagas por él, entre el número de veces que te lo pones.
Un vaquero de 200 € puede salirte barato y una pieza imposible de 20 € puede ser carísima, si no la utilizas nunca.
Las rebajas son el momento ideal para hacerte con un buen fondo de armario. Aprovecha para comprar ese bolso que te pondrás con todo y no te pudiste permitir en temporada.
Hazte con las tendencias del momento, pero que no sabes si rentabilizarás a largo plazo: un vestido amarillo, una minifalda de estampado étnico o un maxicollar de colores flúor, siempre y cuando no supongan una gran inversión.
La ropa interior hay que renovarla cada año. ¡Ahora es la ocasión!
No olvides las tiendas online. A menudo tienen más stock y evitarás aglomeraciones. Si prefieres probarte la ropa, te servirá para hacerte una idea de las ofertas que ofrece la marca antes de pasarte por la tienda física. Así ahorrarás tiempo.
La tienda debería seguir la misma política para cambios y devoluciones que en temporada,
pero si no es así, debe anunciarlo claramente.
Además, debe indicar el precio inicial del producto junto con el precio rebajado, o el porcentaje de la rebaja.
La disminución del precio no significa la disminución de la calidad del producto.
P.Herrera
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